DESIGUAL

 Esta es la casualidad del riesgo,

todas las salidas podrían estar abiertas

como cuando el cosmos era el techo de mi habitación,

el suelo un espejismo,

y los pasos no mis pasos...

entonces la responsabilidad era ajena al trabajo,

y quedarse mirando el transcurso de los días

como una película sin principio ni fin,

proyectaba mundos de agua, de tierra, de vegetación,

de nieve, de sal, de piedra, de SOL,

mundo de unos ojos que acudían a pescar chispas de admiración en la mirada,

y conseguían mundos que jamás hubiese podido sacar a la superficie solo.

Fue el comienzo,

unas cuantas oportunidades lanzadas a lo simultaneo,

justo cuando el Amor decidía

agregar al toque el agudo aroma de tu esencia que conflue por siempre,

justo en el instante en que la acción quedaba prendada a tan especial asomo.

Que seria de Mi si al echar el lazo del tiempo a la desbocada mañana de hechos

no alcanzara a capturar el acontecimiento que late consigo la revelación.

Creería enceguecido que esta carrera hacia el interior de mis comprobaciones

y mis desaciertos es parte inacabable de la estampida,

y seguiría tras ella enloquecido, derribando muros,

tragando ríos, espantando las tormentas y durmiendo al pie de los volcanes.

Pensaría como ahora,

que no basta un solo suceso

para descarrilar del destino el acelerado empuje

convenido durante tantos años,

y que el verdadero cambio esta hecho

de cientos de miles de sucesos significativos,

que son escenas de un teatro muerto hasta que el Amor nace, así,

como el poderoso botón de Loto que abre,

abriendo consigo el interior de un cuerpo aprisionado que se protegía,

desgarrando los pliegues

y los hilos que la visión de los milenios

habían refinado para confeccionar en capullo del Alma.

Hasta entonces esa clase de dolor enredado

a la sensación de estar herido,

sin haber conocido como tal lo que es estar de verdad abierto.

Hasta entonces la boca lírica de la franqueza

que enseña al corazón,

como una bola de Luz del todo expuesta,

en la que el agua se corto-circuita

y los vientos gravitan,

haciendo resplandecer el retículo energético,

el sustento gramatico del pensamiento

la jábega extendida hacia el mar de los recuerdos.