Voy a tener que marcharme dejando libre el camino,
a otro que pueda amarte como yo no he podido;
te quejas de estar muy sola, tan sólo en cuatro paredes,
y no ves que tus palabras, hieren mucho a quien te quiere.
Conozco de tu tristeza, al hablar de soledad,
y me parece me culpas y es mía la maldad;
por eso voy a tener que rendirme ante el destino,
que me causa tanto daño por querer estar contigo.
Yo sé que tú encontraras y quizás más nunca vuelvas,
a pensar en este hombre que te ama sin reservas;
así la vida me trata nunca logro lo que anhelo,
y creo que ya ni muerto lograré llegar al cielo.
Por amarte te lo digo, no es por hacerte daño,
quiero que seas feliz ante que pasen los años;
y si miras hacía atrás y notas de mí la sombra,
no temas por la visión y tu sonrisa no escondas.
Y si al paso de algún tiempo te detienes a pensar,
quizás ya será muy tarde para volverte a besar;
porque los labios que beso y por algo he perdido,
yo no los vuelvo a tocar ni con la punta de un lirio.
Copyright "©" Derechos Reservados 2011
José Miguel (chemiguel) Pérez Amézquita
- Autor: José Miguel Pérez Amézquita (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de agosto de 2011 a las 09:08
- Categoría: Amor
- Lecturas: 78
- Usuarios favoritos de este poema: capullo de amor
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.