La musa
Melancolía, saca tu dulce pico ya;
no cebes tus ayunos en mis trigos de luz.
Melancolía, basta! Cuál beben tus puñales
la sangre que extrajera mi sanguijuela azul!
César Vallejo
La musa detestaba todo aquello que la entristeciera
La musa buscaba la risa cuando se sentía sola
La musa callaba sus dolores aunque no lo pareciera
La musa cantaba de la nada, alguna melodía loca
La musa gritaba de vez en cuando: ¡Morid hombres, morid!
La musa otra vez lloraba, gemía: ¡Volved a la vida, amor mío!
La musa, entre otras cosas, extrañaba el abrazo caluroso de un hombre sombrío
La musa, pequeña deidad anclada en mis recuerdos, se retorcía en su cama de vaguedades
La musa desfallecía y entonces fueron las voces las que fueron a guardarle
La musa, entrada la noche, desapareció cuando las teteras silbaban y los niños abrazaban a sus padres
La musa partió llena de llanto, vacía de canto.
Carlo enrique.
- Autor: Carlo enrique (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de agosto de 2011 a las 21:57
- Comentario del autor sobre el poema: ¿Qué se hace -preguntaba hace algún tiempo a alguien que ya no recuerdo- cuando a uno le contagian la tristeza? Me dijo: Haz un poema. Bendita conciencia.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 53
- Usuarios favoritos de este poema: Leonardo Arzate
Comentarios2
la musa reaparecera en tu vida y te llenara de emocion
tus letras escribiras tan dulces como una cancion
ella llenara tu ida de amor y alegria
nunca mas regresara la melancolia
Gracias Sayuri, es bueno sentirse siquiera un poco comprendido.
bien =)
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