Apareciste, como el sol después de la lluvia,
como el cielo abierto y despejado, después de la tormenta,
como un regalo de dicha, después de la tristeza.
Eso eres, mi sol,
que me ilumina con su tierna mirada,
con su sonrisa abrasadora, que me estremece,
como un refugio de amor.
Tu bella trova, entrega absoluta de tu ser,
espejo de tus sentimientos y de tus flores,
han encajado en las mías y en mi piel.
Sol,
te espero en acordes, al amanecer,
y sufro el silencio de tu partida, al atardecer,
miró el rostro de tu horizonte
y trato de ver más allá de tus ojos,
más allá de tu luz, de tu entrega, de ti…
(Derechos reservados©2009)
- Autor: Christine (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de agosto de 2009 a las 19:25
- Categoría: Amor
- Lecturas: 126
Comentarios4
¡BELLO! ME GUSTO MUCHO MUCHO
Mi querida Christine, es muy hermoso tu poema, "Eso eres, mi sol,
que me ilumina con su tierna mirada"
Felicidades.
Un beso.
Que hermoso... Muy lindo poema, me imagino que hasta le has arrancado una sonrisa a ese tu sol...
Saludos.
Alejandro.
Me gustó mucho....
poema con mucha nostalgia.. peor lo mejor de un atardecer.. es saber que tras la muerte de aquel Sol.. la mañana siguiente renacerá con más fuerza.
saludos.
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