Sale cada mañana
entre calle y calle deambula
en una ciudad desnuda
desquisiada por el tiempo,
con una cruz a cuestas
y con el sueño de llevar pan a la casa.
Sus notas salen murmurando
nostàlgicos sueños,
corren como rìos de agua cristalina
y llegan a oidos sordos,
y chocan con los muros
y estallan
y gritan
sin escuchar nada.
Con el manto de la noche,
marcha,
vuelan sus sueños,
viene la calma.
A veces escucha
el tintineo de bronce y estaño
y el organillero rie
¡Y el organillo Canta!
Y vagabundea por las calles viejas
de luz y de escoria,
de grises baldosas.
de muros,
de tiempo...
de gloriosa historia.
- Autor: JESUS RAMIRO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de agosto de 2011 a las 19:24
- Categoría: Fantástico
- Lecturas: 29
Comentarios5
Interesante historia la que nos compartes, un gusto poder leerla.
Bendiciones.
interesante el poema dedicado a un oficio que creía perdido!
clonariel:
No se ha perdido, forma parte de una de las tradiciones de la Ciudad de Mèxico, quien pasea por el centro de la ciudad no puede sustraerse de poder escuchar bellas melodìas con este instrumento musical.
Que Dios te bendiga.
Jesùs Ramiro
si amigo pasa que yo soy de Argentina
nelida anderson parini:
Es un gusto ver que me dedicas tu tiempo con este lindo comentario y para otorgar este esplèndido 10, el cual agradezco profundamente.
Que Dios te bendiga.
Jesùs Ramiro
Me encantan esos personajes callejeros que actualmente casi no se ven, de modo, que valga el homenaje. Saludos,Agnes.
Bertolotti Anna:
Yo celebro que tu mirada se haya detenido a leer estos sencillos versos, un pequeño homenaje para los señores organilleros.
Bendiciones.
Jesùs Ramiro
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.