Quédate un momento,
alma desierta y escucha
el sonido del viento llenarte el alma
de ternura.
Te perdiste en el espanto del sol
mientras te amaba,
pájaro herido
sin recordarte de mí
- de mi mundo sumergido
contigo.
Podía pero no pude dejarte las manos,
sola en todo el mar te sentí mío.
Las piernas paralelas en pasos nuevos,
mojándome las lágrimas de humo.
Amor de tantos vientos emigrantes
esfúmame la vida sin medida y
llévame en silencio al sitio tuyo,
sin más tener en cuenta mis manías.
Comentarios8
sin más tener en cuenta mis manías
El final está buenísimo. Agnes
que bien escribes
me dejas boquiabierto
un abrazo.
QUé bello mar... abrupto... melancólico.... retador....
Como si te lanzara una mirada inquisitiva.... inquisitoria.... como si conocer y conocerse adentro fuera crimen.... como si el crimen fuera al fin la penitencia.... y las horas quedasen reparadas.... es decir... re-paradas en medio del espacio.... como si fueras lejos.... y lejos no estuviera al otro lado
sino aquí.
Aquí estás, mi hermanita de siempre. Volando sobre suelos, entre cielos por siempre.... Pero cómo te QUIERO !!
Su poema esta envuelto en otros poemas; no sé sí son otros que usted tiene; pero así lo aprecio e denoto; ahora lo digo de nuevo; esta envuelto en más de un piel.
Es interesante; me ha encantado.
es un poema precioso lleno de versos sensibles y metafóricos
Nunca dejas de sorprender, aunque siempre brilles.
Besos.
Ruben.
eres el ave extasiada
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