Ojos que enredan el meditar de un ángel,
caminos cerrados al amor de mi Dios.
¿Qué será de sus pasos aguerridos,
si nunca hubo amor para su ser?
Recostado en perjuicios su reflexión comienza,
no hay vida posible, en tan cruda verdad.
Su pulso se altera y corre una lágrima.
Ya no habrá hambre ni frío en el Edén,
Duermete pequeño angelito, victima del dolor
Duerme ya que la vida, no te supo apreciar.
Yo seguiré mi camino y juro nunca olvidar
que a mi lado hay niños, que nadie ha de acunar.
- Autor: Jazmin Victoria ( Offline)
- Publicado: 26 de agosto de 2011 a las 19:57
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 1126
- Usuarios favoritos de este poema: valy omra, joaquin Méndez
Comentarios4
Me recordó un poema de Gabriela Mistral , esa profunda preocupación y ternura hacia los niños indefensos viviendo en la inopia .
Bello y muy triste
Cariños
Valy
Muchas gracias Valy!! espero que estés muy bien 🙂 besote!!
Bello poema, que grita la desesperación de los niños desamparados.
Abrazos.
LA REALIDAD DE LA VIDA, EN DETERMINADOS CASOIS, ES CRUEL EN SU ESENCIA.
NIÑOS DESAMPARADOS. ESTOMAGOS SUFRIENTES. ILUSIONES SIN DESTINO.
HERMOSO POEMA.
MUCHOS CARIÑOS-
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