En día tan triste de borrasca, vientos ciclónicos, me acordé de mí playa tan querida, calma, adonde hay olas en el mar suaves bajitas, como si no quisieran molestar, del barco, de donde salía una melodía italiana dulce.
Sola en la playa a las 9 de la mañana, sentada en la orilla mirando hacia lejos, mis ojos volvían de espacio e como brillaba el mar! Miles y miles de diamantes, resplandecían con la luz del sol matinal, dando en la superficie. Que paz. Que olvido de todo.
Allí quedaba hasta empezar a llegar los que limpiaban la playa con el tractor, me saludaban yo contestaba, me quedaba en el mismo sitio.
Solo cuando empezaban a llegar las personas y subía de tono el ruido que ya no me dejaba oír la música del pequeño barco con su melodía italiana, me levantaba, miraba el brillo de la superficie del agua, a las gaviotas persiguiendo un barco con pescado, me fijaba en el horizonte, con mí toalla en el brazo, empezaba caminando, con cuidado besaba el mar con mis pies, el los acariciaba.
Al cielo azul iba mí pensamiento de gratitud.
Y de espacio me iba a casa, renovada con fuerzas para aceptar lo que me esperaba, dolor desesperanza, tristeza por no poder dar salud a quien estaba enfermo. Que horas días noches tan amargas!
En cambio sabia que al otro día tenia la playa solo para mi, con su mar tranquilo, lleno de diamantes brillando al sol, solo incertidumbre si el pequeño barco, aun estaba con su melodía italiana.
Te recuerdo mí playa todos los días.
¿Verdad que nos conocemos hace muchos años?
Desde el tiempo de adolescente, con candidez, jamás pensé que un día me verías llorar y unir mis lágrimas a tu espuma blanca, transparente, casi como nieve desecha, en la arena dorada, que me rodeaba. Esto fue pasado.
En el presente en verano hago lo mismo, pienso en los que ya marcharan para la eternidad, mis entes queridos, mis amigos, mi amor que nunca lo vivimos, en toda mi vida, y pienso en ti, como sería bueno estar sentada en la orilla con nuestras manos apretadas, si estuviera el barquito con su melodía italiana seria un paraíso solo nuestro. Como no estás y creyó que nunca será posible, sueño y miro más allá del infinito, y en mí mirada te mando el beso de ternura y amor estezas a donde estés.
- Autor: secreet50 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de agosto de 2011 a las 08:02
- Comentario del autor sobre el poema: Recuerdos, solamente, nada mas.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 30
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