I.
Mientras las sobras de la voluntad resisten,
mientras el ingenio para deshacer problemas, aguanta,
y también la viveza para acallar fracasos, alcanza:
te crees fuerte, te sientes poderoso,
te sostienes sin miedos.
Escondiendo la humildad nata,
te enfundas, aún con esfuerzos,
en la terquedad…
No te das tiempo para pensar y encontrate.
No le das tiempo a tu simple yo para indagarte.
II.
Un día caes sin saber hacia dónde.
Las debilidades te arrastran,
ellas no preguntan si quieres.
Caes y te hieren,
caes y entristeces.
III.
Aún ese día,
después de haber creido ser todo,
aunque hayas negado necesitar quien te ilumine,
aún después de haberle dado la espalda,
El,
a su modo,
entrará en tu alma sin tener que pedirle,
cobijará tu cuerpo con sus fuerzas cual abrigo,
será tu guía, tu inspector y tu amigo.
IV.
Será algo difícil de explicarle a tu yo abatido
Y sin miedos comprenderás que Dios en ti ha nacido
Jose Memijos
- Autor: José Memijos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de agosto de 2009 a las 01:43
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 86
Comentarios3
Hermoso poema... Nacimiento...
Amigo ,José María , me alegro leerte , tu poema de reflexión es hermoso, comparto tu mensaje del nacimiento de Dios en nuestro corazón , Me encantó
Un abrazo de Pepita
Verdaderamente hermoso, amigo , una poesía con brillo propio.
Un abrazo.
Ruben.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.