A escasos sorbos de la elección

 

 

Magullado, mutilado,
perdió el honor de su hombría,
Golpeado y golpeado
preso de ese deseo,
que a fuerza de sufrir acaba
desterrando a la vitalidad,
y desguaza a los sentimientos,
acogiendo reconfortar
a la perdición sujeta
a la cobardia que con vileza
invoca al más puro extravío,
cual desdeña ser bravío
y pasivo rehusa
ya volver a compartir...
¡ los dedos !...
Los dedos,

sus dedos ya no presta

para se deslice el animo,

sus dedos,

renegando de esmerarse
al desenredar cabellos,
y veta a otras manos
para sean sus mismas manos,
una flor sellada al agua
portadora de pureza,
que con simpleza el viento,
pasea como loto,
recordando que todavía quedan,
que hay esparcidas.....
perlas en el estanque,
y no queriendo olvidarse,
no pensando en soltarse,
ni en el fragor de la batalla
ni en el renovado nacimiento,
y hasta deseando ser acompañada
en la innovadora muerte,
irremediablemente se presenta.

 

Rema...rema y rema,
navega desplegando tus velas
sin ni siquiera un instante
pensar para traicionarte,
echar la vista atrás.
Adelante...
el miedo radicaliza, paraliza,
te aferra a la vanalidad cabida,
a sólo una percepción,
un momento habido
entre tantos instantes.
Avanza y avanza...
no busques soltarte,
aprende, educate al comunicarte,
tanto tras el gozo sudado,
como tras el esfuerzo entregado
bajo el sol revitalizante
que a la era cubre y cubría
mientras el fruto crecía,
ante la viril entrega
que con ardoroso calor
sirve a la siembra como amante.

 

Visiones, ilusiones y tropiezos,
libre soy, libre eres,
cada cual y cada cosa
su sentido tiene
y aún no comprendiendo a la primera,

está perfectamente expresado,
y más tarde o más temprano
reconfortará al espíritu, a la mente,
estén los ojos
abiertos o cerrados
al poseer su grandiosidad,
su sabiduría y la destreza,
en el vínculo que entrelaza
siempre con luz dispuesta
en el interior del cobijo,
que fulgurante,
crea planetas y es estrellado,
dando musicalidad y descanso
y esparcido por todo,
es niñez cual se entretiene sumergida
en el mar infinito,
en toda la elocuencia de la vida.

318-omu G.S. (bcn-2011)