I.
Cómo soy yo...
si llevo el hierro de tu sonrisa
atado a mi espalda.
II.
Cómo sos vos
si tenés la astilla de mis ojos
refugiada en tu piel.
I.
Cómo soy yo...
si llevo el hierro de tu sonrisa
atado a mi espalda.
II.
Cómo sos vos
si tenés la astilla de mis ojos
refugiada en tu piel.
Comentarios5
hey! qué lindo!
jaja gracias!
Saludos
un abrazo amigo
muy bueno.!
Gracias
Saludos!
Oh. -Herida difuminada-
Acaso el amor tiene la dicha de sobrevolar la esperanza.
O tal vez un lágrima no tiene deseo y alma.
Me ha encantado joven.
Profundas esas interrogantes,
me alegro que te gustara amigo poeta.
Saludos!
Waaaaoooll!!
bella letras!
eso fue más que profundo...
así que los dos se hieren,
y tanto así,
que se aman sin pensarlo e soñarlo...
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