~~~~
Escollera rota de espumas
en cascotes raudos de algas
donde anidan los remolinos,
tú sigues aquí entusiasmada
mas yo regreso a tu palma
sin sueños en los bolsillos,
escollera de nuestra playa
completa de maleantes
criaturas desveladas
por mi sombra de gigante.
Aquí con mi tío pescaba
entre las lenguas del viento
y crisálidas de gambas.
Aquí con mi tío reía
con mi tío yo pensaba
con mi tío yo vivía
con mi tío yo soñaba.
Ay atmósfera lugareña,
de navíos y de escamas,
crespones de su recuerdo
vienen a mi por tus aguas
y un carrusel de gaviotas
cubre mis ojos de manchas
ahora que ya no le encuentro
ahora que ya no me habla.
~~~~
Insondable advenimiento
se encierra entre mis pestañas
con lagrimas de aguanieve
cuando por mis pensamientos,
puedo verte con tus cañas
sediento de una picada
mas tu rostro desvanece
y enteramente te mueres
rabiosamente en mi alma.
Impenetrablemente pienso
y raudamente me matas
porque al fin de tu recuerdo
bruscamente estremeces
las columnas de mi alma.
¡Ay, que hondamente me dueles!
¡ay, que hondamente me faltas!
que hondamente me hieres
la profundidad del alma.
La canción del añorante
toma el sol en las hamacas,
la voz lejana del niño
sopla juegos en las trazas
entrecortadas del viento
cautivo de la salada
arena de tu espejismo
mientras tejen las arañas,
en tu roca de la suerte,
grises telas de mi rabia.
Centinelas del olvido,
estruendos de mi nostalgia
y un grito rojo en el mundo
se completa, de alba a alba,
por horizontes abruptos
y ecos en el Himalaya.
¡Que hondamente me dueles!
¡que hondamente me faltas!
oh, que hondamente me hieres
profundamente en el alma.
~~~~
La calle alarga y se entorna,
se agigantan las fachadas
y es que todo se me ahoga
es que nada se me calma,
la vida arrastra su concha,
se marchitan las guirnaldas
y enturbia mi negra sombra
a aquella estrella tan sola
tan triste y tan tiritada.
Jazmines en la memoria
van creando tus miradas
pero tu voz me abandona
entre mis tristes palabras
y me escurro en las baldosas
igual que el sol en la escarcha.
Hondamente me dueles,
hondamente me dañas,
hondamente me hieres
hondamente en el alma.
¡Camposanto de los mares!
tu fonda brisa me azota,
tu denso aroma me ataca,
me blande en el corazón
y me anuda la garganta.
~~~~
- Autor: Doblezero (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de septiembre de 2011 a las 16:28
- Categoría: Triste
- Lecturas: 122
- Usuarios favoritos de este poema: omu, la negra rodriguez
Comentarios4
Con tu tío lo has pasado muy bien, me da gusto que recuerdes esos buenos momentos.
Hay cosas que nunca nos vamos a olvidar y esta es una de ellas.
Bendiciones!!
Que tengas éxitos duraderos!!
/*C.B.P*
Amigo mío, como "echador de cañas" que soy, he leído tu poema y lo he hecho mío...¡Cuántas horas la caña al infinito mar esperando que dé un latigazo, señal de picada!... Y después esa nostalgia por el familiar perdido,...Todo un lujo de poema con sus figuras tan bien colocadas que hace estremecer las almas...
Un fuerte abrazo ahora que ya he vuelto de nuevo al foro.
Fidel
Precioso poema y que vivencia ta bella, siempre con esa especial versificación.
besos.
A mi parecer...a tu poema no le falta ni le sobra nada, cada paso dentro de ella hace que el lector pueda situarse dentro del cuadro; dispone de presentación, de ambiente y de personajes que dan vida a un tan real como maravilloso (según mi entender) interiorismo.
Tu composición es rica, en ella posaste bellos recursos.
un abrazo amigo.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.