Si vivo, es a enfermarme el alma que sueña con tercos paisajes.
Si sueño, es por atesorar desvelos redondos, y caricias que nombraste con el acento de tu tacto.
Si lloro, es por las sonrisas que cicatrizan mi boca.
Si rio, es por limpiar mis pupilas que se afanan en anegarse con tu imagen.
Si me abandono, no es a este vacío impío, sino a esta duda envenenada que flota entre espejos rotos.
Si vago, es en la lluvia de navajas que usó tu ausencia para llorarnos a mares.
Si callo, es porque muero.
Si me detengo... respiro tus abrazos.
Si me deshago, es en desesperanzas.
Si me rompo, es por este cuerpo débil y es mientras llueva este cansancio amargo y sin medida. Mientras venga esta despedida una y otra vez a encenizar el fulgor de nuestro pasado inconcluso.
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Comentarios2
Oh, joven me ha encantado el dejo de ausencia; que usted deja con libertad en contradicción a las cadenas del dolor, es un estado de profundo éxtasis; frente a palabras difusas e unos labios que pronuncian el adiós, mutilando su esperanza por querer sentir la vida,
sentir la paz, y sinceramente no siente su alma, no siente nada.
-El tiempo no ha pasado- -tiempo muerto-
Y a mi me ha encantado.
En ese mundo que parece contradecir la vida, es en el que uno elige o no elige vivir sean cuales sean nuestro vicios...
Gracias por leer y por tus palabras...
Un abrazo.
Luscio.
Sabes ese tipo de tristeza, tan ajena y tan interna; es algo extraño, le das un sentido de relato, como en tercera persona, siendo que los dices en primera persona, pero aprecio que lo dices como mirando...
Y a la vez se hace en uno el recuerdo...
es raro podría asegurar que no es ni un él o una ella...
Son cosas mías...
Te ha quedado especial la prosa...
A pesar de que un escritor escribe de si y para si mismo. Cuando lo comparte, lo comparte como si lo dijera en tercera persona, sea que lo diga en primera, porque el que lee no solo puede comprender que hay un sufrimiento, un dolor, una inquietud o una alegria que trazó ese escrito, si no que puede identificarse de alguna forma con aquello que se escribe y asi disfrutarlo, e incluso hacerlo de uno mismo y trazar nuestras propias inquietudes, nuestras propias alegrias en torno al escrito.
Gracias
Un abrazo
Luscio
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