Noche romántica que queda en nuestro pensamiento.

Pasa el viento con su soplo blanco,

viene desde lo más alto del cielo, por las nubes contemplado,

esparciendo el aroma de las rosas,

por todo el campo, como ligeras mariposas.

Viene con un temeroso vuelo arrastrando serafines,

entra por la ventana y llena la habitación del olor de los jazmines,

llenando de él cada rincón, cada espacio,

haciendo de nuestra alcoba un pequeño palacio.

Entre la tenue luz puedo ver tu coqueta sonrisa,

alegra mi alma; la mira, también, el agua de la fuente,

se riza y suelta al viento su delicada brisa,

mientras tanto me abraza tu alma brillante y transparente.

Las plantas del jardín cantos bellos susurran,

con acento misterioso pasa él río,

se refleja la luz en el y sigue sombrío,

las aguas a las plantas algo se murmuran...

En nuestra alcoba todo es reposo, amor y sueños,

todo tan hermoso, en tus brazos, sintiendo tus dulces besos,

haciendo más romántica la noche, llenando de amor nuestro nido,

contigo mi amor, mi ángel del cielo descendido.

Todo es hermoso en nuestros amorosos sueños,

soñando contigo, aún estando dormido, aún estando despierto,

besos únicos que como agua en la montaña aparecen,

inesperado por nuestras almas descienden.

Entre el mar del amor nuestros corazones se pierden,

en el prado, entre los colores de las flores silvestres,

en las ilusiones de las fantasías cuando duermes,

en la fronda del valle corren a esconderse.

No se van lejos, sólo donde nuestro amor se extiende,

con una sola palabra los llamamos y vienen,

cubren la luz de la luna las nubes,

con su paso lento atrayendo tu perfume.

Llegan desde lo más alto de la cumbre,

en tus labios, con palabras suicidas sucumben,

junto con puntos finales que llegan a los astros,

o mueren siguiendo nuestros pasos.

Exclaman sobre nuestros besos soñando,

camino que nos lleva a un lugar especial lejos del prado,

a la frescura de los campos, solitarias almas,

donde hay una luz que nunca se apaga.

“Flores, fuentes y astros, todos están con nosotros en mis sueños, tomados de la mano los admiramos, no podemos vivir sin ellos, a lo lejos se escuchan los ecos del órgano y los rumores del viento, mientras el agua continúa cayendo, un recuerdo más de una noche romántica que queda en nuestro pensamiento.”