Como una trémula sombra de escaso vigor la noche se escurrió entre mis dedos, estuvo allí, quieta, patrullando su existencia y la mía, con sus ojos fijos, con sus pupilas de ocasos desvelados. Como una trémula sombra de escaso vigor la noche me sostuvo entre sus manos, estuve allí, quieto, contemplando mi existencia y la suya, lentamente me escurrí entre sus dedos mientras se reducían, mancillados por el alba y sus puntuales ojos flamígeros. No hablamos, no cursamos palabras, nada comentamos, solo nos sostuvimos como amantes aferrados a las íntimas murallas de sus manos. Se fue vacía, y solo quedé…
LRL
7-9-2011
- Autor: Leandro Rodríguez Linárez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de septiembre de 2011 a las 13:13
- Categoría: Amor
- Lecturas: 29
Comentarios3
hoy me quito el sombrero lenadro
completamente sorprendido por lo que habeis
bello, bello, bello, en su totalidad
hombre....
me recuerdos un tanto a octavio paz, en su estilo... habeis leido a el
Marke Gracias... Por supuesto se quien es él... Pero fíjate que poco leo poesía, prefiero conservarme así, en la ortodoxia mía, sin influencias... Lo que si hago es leer obras clasicas y otras no tan clásicas..!
Siempre agradecido por tus amables comentarios...
No tiene esa complicidad apremieante de las palabras con que vos estilas tus escritos, pero es extremadamente bello y triste, habla de soledad..! Bellisimo Leandro, bellísimo...
complici.... aah??? jeje Gracias Alma, siempre tan exagerada, pero gracias!!! 🙂
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