Siento el dolor corriendo por mis venas
Naturalmente, galopando en mi interior
Inyectando gota a gota su mortal veneno
Y aumentando el vacío en mi herido corazón
¡Ven, amigo dolor! ¡Ven, dulce angustia!
Porque aunque no quiera, eres parte mía
Y aunque no lo desee, siempre estarás presente
Así como el sol viene después de la noche,
La noche volverá a caer en la tierra
Y estrellas lastimosas iluminarán mi tiniebla
Y una luna desolada adornará mi tormenta
Me dejo abrazar la congoja, y le estrecho la mano
Porque el dolor es la vacuna a los errores del pasado
"Ven aquí, amigo mía, y siéntate a mi lado"
Porque el dolor es una visita que se recibe a diario
¡No luches contra él, no lo evites, no te escapes!
Que después de un amanecer, el crepúsculo es inevitable
Acepta el desconsuelo y el mal pasar del tiempo
Y guarda en tu corazón el anhelo de otra alborada en el cielo
- Autor: Maggi (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de agosto de 2009 a las 19:47
- Comentario del autor sobre el poema: El dolor siempre nos encontrará; ¿cuál es el sentido de huir de él? Después de una gran desilución, aprendemos siempre alguna lección que nos servirá en el futuro. Tropezar dos veces con una piedra puede evitarse, ¿no? Sólo convive con tu dolor, aprende de él, porque solo quiere darte un sabio consejo...
- Categoría: Triste
- Lecturas: 172
Comentarios2
Bueno, por lo menos tienes la esperanza que habrá una nueva alborada.
Muy bueno tu poema.
Besos. Ruben.
MUY TRISTE PERO REALISTA A DNQUE QUIERA QUE BALLAMOS LOS SENTIMIENTOS SON NUESTROS FIELES COMPAÑEROS
GRACIAS POR COMPARTIR
SALUDOS
EDE
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.