Para la dueña de mi poesía, de mis lunas y mi camino.
Pamela I. Cisneros Guerrero
Cuan gotero abatido,
gota a gota me desangro -a la vez- caigo desvanecido,
por falta de aire, de vida...
en esta noche tan lúgubre como el abismo más oscuro del Tártaro.
Atormentado por la ventisca, por la tan densa niebla
que apuñala como la lanza de Zeus -atravesando mi cuerpo, mi alma, mi ser-
una neblina espiritual, doliente... espejo, espejo.
Susurro tu nombre, para abandonar la oscuridad
susurro aire de esperanza, aire contaminado por el sufrimiento...
-Te invoque mi dulce amanecer
Con el calor de tus labios, tu dulce voz, tu misericordioso amor
siempre tan paciente.
-¿Como es que tienes el calor de Apolo y la belleza de Afrodita? ¿porqué sus más íntimos secretos posees?
¡Porqué eres tan bella!
¡Oh! mi dulce amanecer hoy mi canto es para ti
¡Oh! mi gran esplendor.
Comentarios6
ESO ES, AMIGO !! Así se escribe, así se piensa, así se ama.
Ella es tu inspiración y esta es tu poesía, orgulloso debes estar de ambas.
Felicitaciones. Un gran abrazo. Ruben.
El aire griego hace más precioso tu texto. Felicidades.
Muy hermoso.
La dicha de la musa que inspiro estos dulces versos debe estar extasiada.
Saludos
FELICITACIONES PARA ESA BELLA MUSA, QUE TE INSPIRA ESOS BELLOS SENTIMIENTOS.
HERMOSO POEMA, TE FELICITO, SE PALPA EL AMOR EN TUS LETRAS.
SALUDOS Y QUE ESTES MUY BIEN.
UN ABRAZO
hermoso amigo, ese poema para tu amada, te felicito
Hermoso poema, es un gusto ver que continuas escribiendo!
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