Diez, nueve,
un requiem,canto cruel de billones;
cuervos negros, ciegos sin alas.
Ocho, siete,
corta mi lengua el fantasmal verdugo,
con su esencia olor a reprensión.
Seis, cinco,
atan mi alma para ser desmembrada,
comida de carroña habladora.
Cuatro, tres,
ceguera absoluta, sí,
arrancados fueron de mi corazón.
Dos, uno,
un par de pasos:
entrada común al infierno.
- Autor: Guillermo Sánchez ( Offline)
- Publicado: 14 de septiembre de 2011 a las 19:07
- Categoría: Gótico
- Lecturas: 113
Comentarios2
ohhh, es un poema extraño... diez pasos; y en pares, como sí fueran dos cosas... el alma y la vida, o la vida ya fue extraída del cuerpo, entonces es el alma y su contrato de estar en el cielo, ahora cerca de caer al infierno...
casi por las huellas degradadas en el tiempo...
sabes hay un dejo de denuncia en tu poema... tan eterno y fugaz, como el sentimiento de ira contra la vida misma...
Me encantó la interpretación que le diste a mi poema, se acerca a lo que deseaba expresar con el y lo complementa realmente bien, pero si mencionara de lo que trata verías que va más allá del concepto inculcado en las personas desde la niñez de "infierno".
Muchísimas gracias por tomarte el tiempo de leerlo y aún más, te agradezco por emitir tu opinión acerca de el :).
eres un genio, manillo. tuanis!
¡Oh O.O! ¡Un compatriota haha! Muchas gracias, pero estoy lejos de ser un genio.
¡Pura vida!
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