UN GRITO APAGADO

adolfo casas c

No me importa la vida,

no le temo a la muerte,

mi vida vale poco

por no tener fijo el precio,

es la ira que me grita

son las rienda que lleva sueltas

y en un segundo me irrita,

no encontrar quien me entienda

soy una bomba de Hiroshima 

que arrastra todo a su paso,

mi entendimiento se me inhibe,

no me entiendo, si yo quiero ser distinto,

tanto estrés como lo aviento

o es el carro que trae mi cuerpo,

si lo desbarranco para que se disuelva

antes de caer al suelo,

si corto la conciencia de un solo tajo

borrando de los libros toda huella,

en las sombras vago 

y en ellas me detengo

soy solo un lamento

atrapado y congelado por el tiempo,

es mi yo superficial como lo acabó,

o lo borro del hemisferio,

para que ser una enciclopedia 

de trabajo y de deberes

si es por lo que me buscan

no por lo que siento

ni por lo que quiero.

.

Estoy cansado quiero

dormir en el fuego,

¡ se que quema ! , pero menos

que este fuego que llevo dentro,

esta laguna de lava

que me quema las entrañas

que evapora el carmesí 

que destruye cuando exhala.

.

no tengo ganas de nada

no tengo ganas de mucho,

solo de apagar esta conciencia

de darle fin a la historia

de ser humo en la neblina,

de no ser solo la espina

de ser solo esta tierra,

solo lo que descansa debajo del horizonte

lo opaco de la tierra, del agua que desplaza la marea.

.

Hoy solo quiero ser el grito que se ahoga

entre burbujas de sangrantes amapolas,

escondido en el follaje

entre ramas secas y prietas de hojarascas 

cansadas de crujir en el paso del que duerme,

como yo en mis sueños

los que no veo lo que se esconden

y no dan luz solo el amanecer 

que se cuela en mis pupilas,

que me lleva en desvaríos 

por saber la verdad de mi existencia

opaca y casi negra que no encuentro,

que no veo cual es la misión

la que cubre el vendaje

de la tierra que sale de mis ojos,

de la figura como estatua

inerte que creen que esta viva.

.

Solo es la mímica que segrega el viento

el balanceo de este cuerpo,

que en otoño caerá como las hojas del huerto

cubrirá y se secara el suelo,

no creo que haya siembra

se han secado las lagunas

los ventanales del alma

se borraron por paredes ocres

y la conciencia se canso de ser,

lo que ya no es en la encomienda.

.

Autor: Adolfo Casas C

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