Tu luz generosa, como un pequeño sol en las tinieblas,
ilumina siluetas y formas de barcos arrogantes.
El alivio que suscitas enseguida se torna indiferencia:
te da igual desplante el velero que el transatlántico.
Tú tampoco haces distinciones;
no conoces otro lenguaje que el de entregarte a cada marinero que te observa.
Salvo la soledad, nada te guardas para ti.
Lluvia frágil que se derrama en el océano insensible,
digna farola de los mares,
¡cuánto quisiera ser tu huésped, una noche!
Porque la soledad del faro es la soledad del hombre.
- Autor: Carlos Gamissans (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de septiembre de 2011 a las 11:16
- Comentario del autor sobre el poema: Última entrada de mi blog literario, en el que publico poemas, relatos, ensayos, prosa poética... Os invito a visitarlo y enriquecerlo con vuestros comentarios: http://cgamissans.blogspot.com/
- Categoría: Triste
- Lecturas: 29
Comentarios4
el faro, esa vil columna desafiando la oscuridad
Gracias por vuestros comentarios, y lamento no haber podido colocar el poema en un formato más adecuado. Parece que tengo algún pequeño problema con el ordenador, pero la esencia de los versos permanece intacta.
Un abrazo
Al igual que el faro, el hombre está llamado a ser luz en las tinieblas.
Una letras muy bellas mi amigo.
Bendiciones.
CARLOS LINDAS LETRAS PARA ESE GUÍA...COMPAÑERO DE VIAJE ...
LUZ...ME ENCANTO LEERTE
BUEN DÍA
ABRAZOS DTB
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