ƸӜƷ.•°*”˜˜”*°•. ƸӜƷ
A la suerte propicia de tu savia venenosa,
Esta el manjar de mi trágico tallado:
Ya no soy cordero en soberbio silencio,
Ya no soy carruaje en goce peregrino,
Ya no soy mar con aliento dominante,
Ya no soy animal con hambriento apetito,
Soy espectro, soy despojo, soy tu conjuro.
A la bravura maliciosa de tus ojos ardientes,
También está mi alma en cuerpo laso:
Ya no soy valle, soy desierto umbroso,
Ya no soy rio, soy lago tenebroso,
Ya no soy viento, soy aire tembloroso,
Ya no soy pantera, soy insecto ansioso,
Soy panteón, soy ceniza, soy tu perfidia.
A la mísera condena de tu fatal olvido,
Esta el trunco difunto de mi ponzoñosa herida:
Ya no soy caballo jadeante, soy labio que no afina,
Ya no soy cresta de nube, soy polvo que se avienta,
Ya no soy arma en punta, soy cristal que se revienta,
Ya no soy rocío de lluvia, soy duelo que se ensalza,
Soy despecho, soy desidia, soy tu esclavo.
Soy conjuro de tu savia venenosa,
Soy perfidia de tus ojos ardientes,
Soy esclavo de tu fatal olvido,
Soy la vileza más amarga de tu vida.
ƸӜƷ.•°*”˜˜”*°•. ƸӜƷ
Lucerito©
- Autor: Lucero Moscoso (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de septiembre de 2011 a las 01:26
- Comentario del autor sobre el poema: Como poetas estamos obligados a rescatar los amores echados al olvido, o al abandono, contado sus historias y dolores haciendolos como propios y este poema habla precisamente de lo que ya no somos para aquellos a quienes entregamos la vida misma.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 47
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