Desnuda llegas a mí, entre las olas del mar,
Escondida Golpeas en mi cuerpo rocoso
me abrazas y te desvaneces,
cada amanecer te espero,
para robarte un beso,
celoso del viento que te acaricia y
te aleja de mis brazos.
Sublime sobre las aguas
que te arrastran, te veo a la distancia
y trato de ser piedra para que sigas chocando en mi,
me tomes entre tu sabanas blancas de espuma,
te atrapo entre mis brazos rocosos
como para no dejarte escapar,
pero nuevamente te desvaneces,
para volver una y mil veces con cada oleada.
Quietud, tranquilidad, serenidad
El viento traicionero ha dejado de soplar,
Te tiene cautiva donde mis manos no pueden tocarte,
Será tiempo de tormenta y ahí estaré esperándote,
Para tomarte y hacerte mía,
Con cada suspiro de mi alma
En el rugir de la tempestad
Que se forma en mi corazón
al sentir que tus ojos me ven.
Nestor Cristian
- Autor: Nestor Cristian (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de septiembre de 2011 a las 09:24
- Comentario del autor sobre el poema: Nada, solo un sentimiento, del día de hoy, gracias
- Categoría: Amor
- Lecturas: 61
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