Mi vista se reflejo en el claro amanecer
de ese primer día cuando te ví nacer
mis espacios de juegos se fueron
quebrajando, hasta que emergió
gigante, grandiosa mi Escuela
de manos de los humanos.
De bellos contornos,
de hermosas ventanas,
que bañaban a diario
mis nutridas mañanas
Aprendí desde pequeño
que tu nombre era El Salvador
igual que el Nazareno que
nos dió tanto amor.
Este nombre extraido
de un pueblo lejano
paso a ser parte de mi vida
y del quehacer cotidiano
Toda mi vida he pasado junto a ella,
una vida rápida, fugaz y eterea
y en ese caminar, de historias,
cuentos y estrellas, he envejecido
en el tiempo junto a mi escuela.
Me acostumbre a verte con
tus dos pabellones, Rojo, Blanco,
azul celeste,mezclados como
hermanos por el viento cordillerano.
El amor te trajo a mí, nacidos
de dos amantes,
que unió a estos dos seres
tan lejanos, tan galantes.
Ella Salvadoreña de corazón,
él un Chileno que la amó,
juntos sintiendo tanto calor
dejaron escrito en sus paredes
su sentida devoción.
Fue la sabiduría de Dios
de este destino hermoso
para dos pueblos hermanos
de pasados gloriosos
Igual que el silencio de estos dos amantes
mis sentimientos estarán sellado
con fuego en mi mente y en mi corazón
como amo a mi escuela
A Chile y al Salvador
- Autor: alfonsopocho (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de septiembre de 2011 a las 02:24
- Comentario del autor sobre el poema: En Homenaje a mi Escuela República de El Salvador en sus 55º aniversario
- Categoría: Fecha especial
- Lecturas: 241
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