Estacionario

Me he encontrado de frente con el mar
el mismo de siempre
que patalea con las rocas
he escudriñado mi azar
y no siento las ganas de andar
pues el viento es fino
lo suficiente como para ver entre sus grietas
y esquivar la brisa migratoria.

Hoy los parajes han decantado
filtrando esa carencia
mezclado aquella soledad,
este azul lo demuestra
tan claro que ni el cielo lo recuerda
asi se inmiscuye en su presencia
y lo aleja de mi propia esencia
como una pintura hermosa
que pese a todo
su movimiento no encuentra.

Arden mis preceptos
ardo yo
arde el miedo
y sin él me pierdo
no hay ruido que inquiete
ni blasfemias que atenten
y aún así de rodillas cedo,
en este lecho me duermo.

Pronto el espiral se convierte en círculo
y el círculo se hace un punto
más tú que eres mi sol
sigues el rumbo,
las agujas del reloj inquietan
culpan, cuestionan y dictaminan
a mi lado humano que se apacigua
se difumina y se olvida,
se ensueña, escapa y dilapida,
se vende al mejor postor
y el presente toma ventaja
de la interminable yaga lejana,
del cataclismo nunca ocurrido
y se hunde en su amable porción de tiempo.

Si no hay abismo
el vuelo no pretendo
y en la tierra me hago huérfano,
si no hay viento adverso
mis guerras no enfrento
y mi coraje pierdo
pero...
quizá de principio
nunca lo tengo.