Mas como pesa su muerte,
y escuece doliendo herida
brotada tras su partida.
Remuevo estancias por verte,
y sueño, al ser sueño suerte,
que me cubre dando abrigo;
y con el mismo consigo
la fantasiosa locura,
cual perfecta es tesitura,
para versar mientras digo.
Tu vientre tuvo a mi madre,
mi madre a mi me ha tenido;
y escribo de ambas teñido.
Por fortuna hubo compadre
que alivió falta de padre,
y abrazándome sincero
me mostró el dardo certero.
-No descartes que la vida
te retorne igual comida
en el cauce del sendero-.
318-omu G.S. (bcn-2011)
Comentarios2
la cadena genética está viva en ti! es tu legado generacional...
Impactante lo que dices, el vientre tuvo a mi madre y mi madre me tuvo a mi y bueno el faltó el padre, o mejor dicho, no faltó, tal vez no fue necesario.
Sil.
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