Entiendo que la pléyade humana
No es la única que existe,
Veo que es la mas comprometedora.
Descubro que el modo como me muevo
Proviene de la ligereza de la vida,
Y que la forma que veo en el espejo
Es el reflejo del alfarero que la modela
Sobre mi propio cuerpo.
Siento el peso del mundo en estas manos
Como si de hecho me pesaran,
Y al experimentar su caída
Me entero de cual ha sido el material
Con que me hicieron.
Abono la simiente del error prodigio
Y crezco como el árbol en su ambiente.
Echo raíces hacia lo profundo,
Me afianzo adentro
En tierra de nadie
Y nunca jamás he parido
un sol cardiaco y turbulento.
Intento marcar de mil maneras
De las estaciones de su paso
Presencio irse todo
Y cada uno de los ocasos.
Duermo mas ortos de los que seré capaz
De recordar cuando despierte acaso.
Quizás hoy ya se me ha ido de las manos.
Me quedo aquí esposado
Y convencido con el tiempo.
Sin saber que o como pensar
Atiendo un sonido de hojas
Que retozan en el viento
y es eso lo que interpreto por pensamiento.
Nadie me enseño a desear
Hasta que se me realizo el primer deseo.
He fungido como carcelero
Convivo, conozco, y quiero al prisionero.
Hice de todo para que se quedara,
Y cundo lo conseguí me mude adentro.
Ante muchas circunstancias
No he sido hombre sino siervo.
He sentido de repente que camino desconectado
Yendo de un lado para otro
Me he por fin desenvuelto.
Pero nada ha parecido luego mas incierto
Un trocito de fugacidad corriendo
En un cuasiespacio
Que es prácticamente puro cielo.
Quedaría así de perplejo
Si por la fuerza y de un momento
Me mudaran al elemento.
He de nutrirme de la fluidez antes
Y levantar la tierra primero
Para contar con autonomía de vuelo.
Una vez arriba sin combustible y sin oxigeno
Ya respirando una luz olvidada de las llamas
Ya cansado de jugar y jugar con fuego
Mis ojos se tomaran descomunales,
Entonces no veré formas sino tonadas
Ecos insondables de una realidad nunca soñada.
A la mano la verdad
El timón de la aventura humana
Convirtiendo cada impulso
Y cada nuevo propósito
En búsqueda intencionada.
No importara ya más cuanto suceda
Por mas que ahora quiera
Ahora nunca acaba.
Cuento con la presencia del olvido
A mi lado como un rey
Acaudalado de memorias,
Imperando en mis campos
Retándome para que lo recuerde todo,
Como si se tratara de un único y lineal sentido,
Puedo como un tejedor tomar el hilo
Y no solo acordar con el amor sino además vivirlo.
Aprenderé como salir y cuando lo haga
Todo el mundo habrá dado la gran vuelta…
Y seré como aquellos que tuvieron que pasar por todo
Y no tendré para mi más realidad de la que observo.
La imaginación la habrá fundido
Con los bosques y los lagos,
Con los montes y con los mares.
Hacia donde mire no hallare
Mas que un desplazamiento de sombras
Y un asomo de contornos que se pintan
De luz distinta en mi cabeza.
Que querré del adusto paisaje
Mas que caminar por él,
Extraviar por fin al tiempo
Llevar el sol en la muñeca
Y la luna en la frente,
Descubrir el blanco en un nicho de neblina
Sin otro refugio más que mi propio cuerpo
Y sin otro cuerpo que el que tengo por refugio.
Correré como vivir atrás de nada
Seré el último en llegar.
Perderé vidas como un niño
Aprendiendo a jugar
Y después ya no me parecerán mías jamás.
Huiré de ese reconocimiento
Para presenciarme ante otros rostros
Y no seré siempre más que yo mismo
Armando con pensamientos y con juicios.
Jugo de puras lagrimas
He de beber más de una vez
Hasta que alcance ver
Que el ahora cuenta más que mil historias
Y que no hay historia que perder.
Fuente inagotable de felicidad
Mi diminuta cantimplora
De cuero concienzudo.
Se ha llenado de una mezcla llamada paz,
Se ha vaciado de detalles y de falsa oscuridad.
Por donde quiera comenzar
Ya no seré dueño de nada
Ni siquiera de la verdad.
No seré mas que presente
Constante para la circularidad.
No seré sino durmiente fluido para la eternidad.
No seré solo corriente de emociones y actualidad,
Seré también sangre y suspenso,
Seré también simiente y pan.
Y ya no volveré a contar
Con cosas para con palabras jugar,
No tendré así como este más lenguaje pa´ensalar.
Hecho un hombre ahora después ya no lo seré mas.
Me ganare la libertad de poder ayudar a cambiar
La indolencia por la sensibilidad
El abismo por el cauce de la serenidad
La creencia por el modo de cambiar.
- Autor: Isaac Amenemope ( Offline)
- Publicado: 6 de octubre de 2011 a las 00:11
- Comentario del autor sobre el poema: la intrigante mas infinita que tenemos, es una búsqueda sin principios, sin un fin ni siquiera un acercamiento, divagar y tratar de entender descubrirte a ti mismo, y desnudar su verdad, todo esta tan dentro de nosotros que no sabremos nunca que oculta.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 102
- Usuarios favoritos de este poema: Marellia
Comentarios3
Me quedo corto de palabras,
Bien hecho amigo!!
Cuídate mucho.
Bendiciones!!
/*C.B.P*
Hola Issac, buscando la razón de ser...profundo, parido desde lo visceral de existir.
Un beso y mi cariño en una estela luminosa como tu alma.
Marellia
Profundo poema pero por demás extenso, aunque entiendo que el sentimiento no puede ser limitado cuando sentimos la necesidad de volcar todo lo que nos acontece en el momento de escribir. Igualmente es claro el poema y su contenido, reflejando la búsqueda interna del hombre en su ser. Un abrazo
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