Vigía

Vigía...

que mas te puedo pedir...

si no es que me des la confianza..

porque nunca nos has dado tu respeto..

eres como ella...

Nos robas, nos ocultas,

te llevas lo soñado,

la sangre y su ceniza

quemada entre delirios,

el esfuerzo, el milagro.

Puedes incluso decir que...

has fornicado con tu sombra.

Pero el faro que alguna vez estaba encendido para perseguirte...

no es la Torre que siempre fue empleada para eso...

Al pasar el tiempo acontecen cosas extrañas.

Como el hecho de olvidar al tiempo.

Dolor, solo el incauto sueño me queda.

y mas dolor que el que puedo exiliar muy lejos, queda presente.

Siempre tratando de reavivar todo lo malo que quedó trás tu estupidez.

Es hora de llorar.

La noche del olvido

me está esperando, abierta,

quiere acoger mi sombra

como una inmensa tumba.

Pero, mientras se agita

la rebelde arboleda

donde estoy delirando,

la noche del olvido

me espera, me reclama

y yo busco asideros,

desesperado náufrago,

en el torrente humano

que pasa y no me advierte.

Tendrá fín este dolor que llevo durantes miles de años?

Este dolor que he llevado entre piel y máquina;

entre tierra y metal.

Mucha tristeza.

Y es que se han llevado mi vida.

me la han robado y devorado.

Y tal como el sol se apaga detrás de cada frente...

así se extingue la mía en sus delirios secos.

Lo peor...

luego me reavivan engañandome con sus malditas caras de bufón.

Me reavivan en su regazo.

Me regresan esa secreta vida inútil.

Esa que al fín y al cabo, 

a nadie le pertenece.

Daría lo mismo que se derramara en la piel de tu madre..

que sobre un mundo de arena.

Como una ciudad triste,

como una derribada

ciudad que perdurase

en lo más hondo e infertil

de un mar siempre enlutado...

Tu negra fortaleza

se esparce, presentida

en cada sien, por los valles

de tu maldita soledad perpetua.

Pero por tí tambien..

podemos unir las horas desubicadas en ese tremolo del tiempo.

Vacías e impuntuales a su destino.

Esas que bajan al abismo y suben a lo inmenso...

Te amo y te odio,

lo mismo que tu alientas y escondes dentro de mi pensamiento.

Mi pensamiento, junto con todas sus ceñidas creaciones...

que al fín, sólo son tuyas.