Frente al espejo
uno no puede quejarse del frío.
Adentro no hay fogatas o témpanos,
sólo dibujos que se mueven
imitando facciones y miradas.
En él no amanece
ni muere de a poco el día.
De pronto uno no tiene alma,
sino cicatrices en forma de piel.
Uno se juzga bajo uno mismo
y trata de ser más como la imagen.
Frente al espejo siempre aparecen dos
pero uno no deja de ser uno.
Comentarios3
A mi me asustan los espejos *_*
jajaja cierto ese suele suceder! 🙂
me veo reflejada en este poema, como en un espejo?
Genial que sea asi! Gracias por leer y comentar
Saludos
Mis espejos mienten .. mi sangre a trocado el reflejo del cristal ... detrás de él , esta mi verdadero yo .. sin maquillaje ni caretas .. desnudo y tirita .. .. creo que sí hace frió .. saludos Aleja .
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