Mire la lluvia cayendo
sobre mi alma.
Alma académica
de horario incierto,
salpicado de rumor horrendo
de mi cuerpo enfaldado.
Mira,
contémplate
en tú alma hastiada.
Hastiada de la lluvia,
como del agorar estéril
y del letrado acierto.
Pero todo lo soporta el alma
con avariciosa paciencia.
¡Sí pudiese con mi carga!
Mi hastío se estremece
en mi alma
de cada rato huido.
Si pudiese hundiría mi mano
en la eterna luz:
Que alumbre mi alma
porque una brisa nueva llene
mis instantes muertos
asidos como puñales a mi alma.
Soy poeta…
Tengo alma…
Soy asceta…
Soy tu hermano.
Autor:
Críspulo Cortés cortés
El Hombre de la Rosa
24 de octubre de 2011
- Autor: El Hombre de la Rosa (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de octubre de 2011 a las 03:21
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 71
- Usuarios favoritos de este poema: Lucia Pastor
Comentarios4
Belisimo poema amigo, ese calor y luz del alma que con su paciencia nos alumbra el camino...te felicito... bellisimo y profundo poema.
un saludo.
Gracias Lucia por tus bellas palabras.
El Hombre de la Rosa
Lindas palabras que alumbran mi alma,FUE UN PLACER LEERTE,BESITOS.
Gracias Yubisay Morales por tus atentas palabras
El Hombre de la Rosa
contagianos ese calor que abrigue las almas que de frio se congelan en el inmutismo cruel del quemeimportismo.
bello poema.-
besosl
Gracias mi bella señor amiga del alma...
El Hombre de la Rosa
¡Una verdadera divinidad mística que plena mi alma de paz... Gracias por compartir tu exquisita numen!
Gracias Ingrid...
El Hombre de la Rosa
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