La vida sigue igual...

A la vera del camino vagan los recuerdos

recorridos por la vida y el vestigio del destino

inmolando la misma vida en un trazar de ilusiones

que perecen ante el silencio de la agonia

Capaces de vivir en una memoria que fuerte vuelve a ser

la dicha de la gloria,sentir de nuevo la niñez

llevando en las espaldas las cargas de la vida

que tan arduas y duras suelen ser.

Caminos empobrecidos por las tormentas del destino

sueños de presagios que originan los mismos

gobernantes de pueblos desprotegidos de seres humanos

que no merecen tan ruin  y triste destino

Daos de comer a los necesitados porque ellos merecen ser tratados

como seres humanos y no como animales que a veces tratais

mejor que los humanos ;entende que si voz podeis alimentar

no dejes que a ellos se les niegue el poder del plato alcanzar

Por eso vuelven los silencios inhumanos y tramposos

encondiendose en la tristeza y la  soledad en el fango

y la oscuridad;dejando penas en huellas;que ahogan en ausencia

el camino de la eternidad.

Destino cruel,vasayos encadenados

a un recinto decidiendo por doquier

desafiantes ante todo camino;dejando

dejando huellas en el olvido,de aquellos

que surgieran por ver la patria renacer

Con sus manos atadas al fuego enemigo

enfrentando en sus recuerdos en medio de batalla

como despidiendose de su destino y entregando todo

sintiendo el miedo del terror donde solo se recordara que un dia sucedio

Verdugos desde su infalible hogar van percibiendo

los caminos que han de enfrentar;los hombres del mañana

ya no regresaran;ya solo queda el recuerdo y su sombra imborrable

de quienes amarón el sueño que ya en vida no estara

Homenaje a los grandes caidos; perdidos en conflictos

que no cesan por egoismos propios por ignorancia

por querer ser y no ser  por el oro negro o la avaricia

porque que no se sabe vivir en el bien

Son los hijos de la patria los hijos del mañana que ya

no regresan y si algunos vienen enfrentaran el terror

de las noches infalibles al ruido el acorde da las trompetas

y el ruido en las tinieblas donde no hallara el silencio ni la paz.

                                                     Alarpe                         4-14-1989