En la cúpula de aquella vieja iglesia,
Está enclavada una humilde cruz;
Donde un día frente a ella me juraste,
Que si alguien me amaría, siempre serías tú.
Hoy he vuelto a pasar frente a la iglesia,
Viendo sólo la efigie de la cruz;
Pues aquel juramento que me hiciste,
Se quedó como luna eclipsada, pierde luz.
Yo recuerdo y con lujo de detalles,
Tus palabras y aquel beso traidor;
Que pensé me darías, cada noche, cada tarde,
Cada día antes de irse el sol.
Solo queda un hombre ilusionado,
Por palabras elocuentes de amor;
Y en aquella vieja iglesia no muy tarde,
Espero verte pidiéndome perdón.
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José Miguel (chemiguel) Pérez Amézquita
- Autor: José Miguel Pérez Amézquita (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de octubre de 2011 a las 09:16
- Categoría: Amor
- Lecturas: 233
- Usuarios favoritos de este poema: nelida anderson parini, Tejedora de versos
Comentarios5
A veces ponemos a Dios como testigo de lo que no vamos a cumplir.
una promesa que quizás no se cumple por una desilusión y no ver el interés del amado a cumplirla.
quizás tu no cumpliste con lo pastado por eso ella no cumplió su juramento.....sol
Querido amigo un poema nacido y engendrado en el sentimiento, versos al amor, a un amor que ingrato marcó el corazón...
Felicidades querido amigo.
Besos.
Que tristeza... la desilucion de una promesa que no se cumplio.
Hermosos y tristes versos.
Bendiciones
Yanquiray
waoooooooooooooo hermoso poema..me lo llevo a mis favoritos vale...abrazos vitales..DTB.
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