*
Apenas se puede escuchar el lamento final,
luces y rezos se perdieron, simples lamentos,
el libro negro, las sotanas, todo indicaba
que ya las sombras cantaban a la luna roja,
hace más de un siglo que esperamos el tormento,
la sangre de los muertos, lágrimas enterradas,
promesa que hicimos al Amo, noche fatal,
se cumplirá con gritos de locuras y furia,
y se irán las barcas de las almas condenadas.
**
"¡Espíritu de las montañas, a ti rogamos!"
Los Hermanos de la noche oraban, terror, miedo,
con deseo satánico de cumplir el pacto,
tumbas sombrías estarían sobre el altar,
dolor, la oscuridad de esa criatura, entregamos,
un miserable sin vida, sin alas, un viejo,
el mar sin olas, las rapiñas, licor, el rapto,
religión ignorante y sensual, placer, matar,
gritaban: "Satanás somos tuyos, te adoramos"
***
Las túnicas negras en el valle de la muerte
cantaban himnos oscuros, el viejo temblaba,
delirios sangrientos se acercaban al altar,
un ser de otros mundos, el Profeta de la Noche,
danzaban los invitados, ritmo de tambores,
leve silbido del agua de maligna fuente,
arrastraba las locuras de crueles serpientes,
el viejo sería sacrificado, final,
nada importaba su muerte, las malditas flores,
sus restos serían quemados..., muy lentamente.
****
Todo giraba como las hojas del invierno,
era un torbellino de iluminadas estrellas,
mi espalda descanzaba sobre una piedra fría,
la noche, yo sólo quería seguir bebiendo,
tal vez, un trago simple del dorado licor,
que me llevara lejos, a los sueños eternos,
algo sentí en mi pecho..., copas, miedo, dolor,
alaridos de miles de ojos, ya no veía,
maldiciones tan diabólicas como el infierno,
un beso de vino en mis labios, alguien de luto,
manos brujas vestidas con la sonrisa negra,
llevarían mis locuras al infierno oculto.
Hace tiempo que no los veo, dejé las copas,
ahora sueño con luces, las flores del campo,
con el futuro verde y lo hermoso de la vida,
no iré a dormir a la montaña, yo los he visto,
sé que los "hermanos" están aquí, el viento sopla
me observan, me siguen, me vigilan..., yo los llamo,
¡Claro, si me preguntan! les diré lo de siempre,
"Mentira, ellos no existen, son cosas de la mente"
Tú eres uno de ellos, te conozco, nada importa,
son mucho los muertos, la sangre, los viejos locos,
historias absurdas, alcohólicas, dementes,
estoy débil, casi no respiro, falta poco,
ellos cantan, la jeringa, me voy suavemente,
es frío el altar, todos al Satanás invocan.
- Autor: Gerardo Barbera (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de octubre de 2011 a las 01:18
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 139
- Usuarios favoritos de este poema: Sophia Sea, Luis Rayo
Comentarios6
GERAR - ES LA PRIMERA VEZ QUE ENTRO EN TU SITIO Y ME ENCUENTRO CON ESTO TAN MISTERIOSO...QUE RITUAL TAN SINIESTRO. ES MEJOR NO VERLOS MÁS Y OLVIDARSE DE ELLOS -
MUY BIEN EXPRESADO, POR CUANTO ME IMPRESIONÓ - UN ABRAZO - TERESA
Los olvidados son presa de fuerzas oscuras que imponen sus diabólicas leyes...
siempre con tus poemas lleno de misterios medios siniestros,pero lo haces muy bien me gustan,
claro que en la noche no los leo o si no puedo bajar ni al baño.
muy buenos amigo como siempre un 10....sol
´Bastanes tintes honíricos en tu poema. Me gusta
Saludos!!
Cambiar un sueño negro, gris por uno florido con voluntad y gracias del creador vale la pena Amigo me parencen tus vrsos bellos y espirituales Un gusto lerte Bendiciones.
En tus poemas estimado amigo hay profundidad y me da gusto leerte. Pues todos los caminos conducen a ser mejores, a cambiar, a rectificar, pero sobre todo, a no seguir el camino de la montaña que por las noches acalambran al cuerpo mortal. Muy espiritual tu poema. Un reconocimiento a tus letras. Felicidades,
Luis Yúdico
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