Quiero un jardín de rosas,
colgando en mi pecho.
Un águila calva,
planeando soberano por mis cielos.
La suave brisa de la primavera,
acariciando mis sienes.
El murmullo del mar en mi sosiego.
Un exuberante samán centenario,
adornando mi patio.
El alegre aletear de un colibrí,
en mis memorias.
Un dulce mango de hilacha.
arrancado de la mata.
Beberme un sabroso zumo
de frutas, en silencio.
Un manso rio.
corriendo frente a mi casa.
Un romántico atardecer de Larense,
en mi ventana.
La luz plateada de una estrella,
en mis ojos.
La palabra celeste de Dios,
en mis actos de obediencia.
Ser la paz en tus secretos
y el beso de amor,
en el capullo rojo de tu boca.
- Autor: marco augusto (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de octubre de 2011 a las 08:58
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 84
Comentarios1
Si tenemos a Dios presente en nuestros actos y le dejamos que nos guíe el nos llevará verdes praderas y abundantes aguas...
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