Una disputa sincronizada con el tiempo se abalanza en prosa
bajo los sueños vespertinos, alguna vez olvidados
enterrados,
nunca muertos.
¿Cual será la intención del subconciente?
Tan mala como mi poesía indomita
apareces sanguinario espejismo
recordando mi soledad inherente carcomida
pero soledad al fin y al cabo.
Existente al fin y al cabo.
Las paginas, las paginas
la existencia, las tazas de té
los pianos, las teclas,
los lápices, las libretas,
tú.
Tu inexistente,
ausente.
Tú.
violin oxidado
puerta rechinante
pedazo de eternidad sobre mi pecho cansado
y mis paseos vacíos llenos de noche.
Baja de las estrellas y caminando por los infiernos,
responde la pregunta innecesaria.
A ver si así por fin descansa mi bastón de tanto escalar montañas del olvido.
Aver si por fin mi dolor entiende que no eres la herida,
sino la daga, la sal, y la cura.
Una cerveza,
Dos cervezas,
Cuatro cervezas.
Reventé la tercera en mi cabeza
y me revolqué debajo del presente riendo
llorando y riendo
esperando, matando el tiempo.
No tengo nada mejor que hacer que reventar botellas
y observar palomas huir de mí.
Insisto, me sacaron los ojos.
Y desperté adolescente.
observé la paradoja de lo constante
y violé toda metafísica entre palabras congeladas.
Frías,
Cálidas,
Certeras,
Bizarras.
Inútiles.
Hazte poema o moriré en el intento.
Hazte canción o me convierto en guitarra
- Autor: Fernando Curimán (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de octubre de 2011 a las 22:36
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 99
Comentarios2
Fer, me encanta leerte, en este caso rescato esta frase tan poética:
" Tu inexistente, ausente. Tú. violin oxidado puerta rechinante pedazo de eternidad sobre mi pecho cansado y mis paseos vacíos llenos de noche."
Muy bueno.
Un abrazo!
Gracias Su, un abrazo también
Mi querido poeta, excelentes tus letras
saludos
carmen
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