Silbo, o ya sueno a manera de pájaro.
Atraigo el aire y puedo firmarlo
hasta en el umbral de la puerta de tu excusa.
Te amé cubierta de agua,
el mas puro ejemplo de la gracia plena.
Hacia tu virtud movida el alma de inocencia.
Imaginé, una superficie natural, transitable,
que hace la vida mas sólida y llana. Sin vicio,
digna de ser amada.
De color rojo ceniciento, lanzaste con tu pulgar unas palabras
que hicieron blanco en la garganta y en la punta de la cola de mi rabia.
Coordenadas verticales de tristeza.
Así, funesta y ominosa, como un escobajo de uvas viejas,
en el hogar cerrado de la pena, tú boca no apagó en la mía,
el fuego del amar, vengando cosas.
Comentarios3
Bertiz!!
Bienvenidísima tu poesía y tu talento, son de los poemas que es más que eso, es Literatura Imprescindible.
Me en can tó!
Un gran abrazo de aeropuerto
(Lo recomendé en el muro general, queda a la aprobación del administrador para que salga publicado, vale la pena)
Un poema bellísimo, bienvenida!
Saludos,
Clara
Eres impresionante...
Qué metáforas y que manera hermosa de manejarlas....
Te felicito Bertiz!
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