-¡No se me acerque! –amenazó Versany a su adversario de turno, y blandiendo una pequeña navaja terminó apaleado, en desventaja sorprendente.
No tuvo segundo posible para rechistar o volverse a enojar, mucho menos levantarse de sopetón. Caído para siempre, a salvo sus ojos, como siempre flotando en la nébula de sus miramientos, se fue deslizando por las calles oscuras, hasta que cegado por la muerte tropezó hacia un sótano oculto a la profundidad. Sin haber dormido despierta entre la fuente probable del miedo, el desconocimiento. La acepta sin remedio, aunque sin ahogarse, empieza a distinguir otra presencia, rara por naturaleza, exhortante, de habilidad sorprendente, de fáciles y gráciles movimientos, un mago del tiempo y el espacio quizá; un saltador?. Un programador? Un proyectista?... Hablaba ligero y con tono firme consigo mismo, parecía nervioso, y actuaba impacientemente, yendo de un lado para otro, a veces a cortos saltos:
-…eso es, con un traje negro que podáis estamparle una instantánea del amanecer costero. Si el proceso es dirigido tal cual como te lo especifiqué, el cuerpo de esa esclava desaparecerá como barco por el horizonte. El Disipador de Sedas se encargará de hacer el resto. Los jueces con sus lentes especiales determinarán con criterio propio… Se ha hecho de muchas maneras, prueben con esta. Les dejo el enlace con la empresa que se los proveerá… Hablamos.
Se volteó hacia Versany –adáptate mientras terminas de pasar por aquí –al tiempo que oprimía un botón en la enorme central telefónica, iluminada como una colmena de vidrio y gases raros –. Estamos en el fin del mundo hijo…
Versany buscaba en el ambiente una señal para identificarse, un cuartucho emparedado de aparatosos bloques de transmisión, ensamblados de forma desodernada, con rollos de cables, y expuestas fusibleras de colores radiantes, aportaban suficiente luz al lugar. En realidad relucía de limpio, aunque había en todo una especie de fino óleo translúcido que reflejaba la luz del exterior, dando a sus cuerpos un aspecto frío y sombrío. Nada de habitual había en ello, notó Versany, nada de reconocible o manejable, nada que hubiese tenido la oportunidad o coincidir en el futuro inmediato… Buscó antes al astuto susto, como nunca en una situación que lo ameritaba, pero el dulce aguijón que extraía su pecho del insistente mismo ritmo se rompió, barriendo de viejas tonalidades sus oídos, volviéndose todo más claro de repente, en tanto más desconocido.
… si, se ha descontinuado, en efecto. Esas palabras podemos tomarlas como una amplificación de un potencial extraviado. Se ve bien, aunque totalmente desubicado. Eso pasa cuando nos desconectan e intentamos seguir en vilo, bendita terquedad, mira a donde nos ha traído otra vez –aseveraba-… No, no, no! – gritó luego, parecía discutir con alguien del otro lado de la línea-. Ya no hay administración concreta para ello… No, no, no! Ya no se trata de una situación sustanciaría Paul… ¡Claro que la tengo! Escucha bien, existe un equitator con la suficiente capacidad…
-El mar Paul, así es… Pero presenta un problema, sus olas… No!, no precisamente. Lo que necesitamos es balacear los procesos osmóticos a nivel cerebral, ya que fue apaleado en su cabeza, y le rompieron el cráneo. Primero perece ahogado. Luego le rompen el cráneo, y después nos lo envían aquí… Si, si. Debemos acondicionar una piscina, en mar abierto preferiblemente. Si, es un proceso costoso, pero bien valdrá la pena.
-…si, si, anota. Tres mil metros de diámetro, treinta de profundidad. Debe quedar completamente aislada… Compañías Britchell, alta ingeniería espacial…. Ah, ah, me estás pidiendo demasiado Paul, sabes que no puedo ausentarme por nada del mundo, necesitan mis ideas, necesitan de mis fórmulas para resolver sus problemas, pero sobre todo, me necesitan para…
-¡Qué diablos!... ¿Dónde me encuentro! -carraspeó Versany reaccionando abruptamente, parecía haber despertado de nuevo.
Él le miró de forma escalofriante directamente a los ojos. Versany sintió del temor aquel sentido obciso, aquella dejación incoherente suplida de faltas o ayudas… Lloró calmadamente primero, sin sobresaltos o chillidos, como lo pudo haber hecho en sus comienzos durante la octava infancia. Entonces descubrió bajo un rostro de alegría chispeante la más segura laguna borbotante de truchas, sólo que esa intención no resultó suficiente, aunque segura y poderosa, no bastó para apartarlo de su dulce y sabio sollozo moteado de llantos entrecortados.
Así empezó a internarse en la distante gracia de subordinar el sonido. Lloró entonces tan fuerte, tan decididamente, y de tal forma por fin, que alcanzó a tocar aquel recuerdo… De repente un tropiezo sólido lo rebatió hacia el suelo… Su cara enrojecía ardorosa mientras exhalaba cantidad de humores, entre lágrimas profusas, saliva, sudor, mucosidades fluidas, y un poco de sangre de una ceja medio rota debido al cascaso.
El éxtasis se fue aplacando por falta de energías, pero a su paso dejaba encendida una tibia signa de retorno, una apasionante lucidez originada en las riberas más lejanas de su nicho… Una fuerza similar a la experimentada cuando lo levantaban de bebé, sin brusquedad o jaloneo, lo sacó del suelo de un solo tirón, y luego le ayudó a incorporarse…
-No te sobresaltes –le aconsejó-. Estamos casi en gravedad cero. ¿No te sientes mucho más liviano Josuá? –extrajo un peine reluciente de finísimos dientes flexicolados, y peinó ligeramente su cabello de abundante lacia adquirida. Saltó hasta una gavetera, sacó un par de pañuelos, volvió con el chico, y limpio su rostro extraviado.
-Vamos, ya pasó –le dijo secamente -. Si no dejas de comportarte como niño no podremos realizar este viaje.
Versany seguía al borde de la línea de fuga y amenazaba con rasgar el hábitat intercomunicado que aquella presencia debía silenciar a solas para poder funcionar en paz.
-Está bien chico –calmó con audacia contagiante-. De todas formas, de no ser por ti no tendría ningún problema en desistir de este paseo… Aunque, aunque tratándose de ti Josuá, prefiero este riesgo en persona. Menos mal que no coincidió mientras me hallaba solo, en tal caso me hubiera negado sin demora –se volteó hacia los paneles de transmisión-. Observa eso Josuá, mira todo lo que has causado.
Muchos puntos de luz, entre verdes, blancos, amarillos, morados y argentas pupilaban y mudaban de color, unos con más frecuencia que otros.
-Vamos chico. Debemos salir de aquí cuanto antes –apresuradamente se hizo de un par de maletines rígidos y empezó a reunir algunas cosas, sobre todo instrumentos de medición para trabajar en el exterior-. Dentro de poco habré perdido mi Central Intima de Telerradiaciones, y para colmo, habiendo dejado un programa prácticamente en el éter… Ya ves que has interrumpido demasiadas llamadas, más de las permitidas para estar aquí… ¡Cribas!, no tenía deseo de viajar a la costa por un tiempo tan largo, pero la central se ha complicado. ¡Cribas!
- Autor: Isaac Amenemope ( Offline)
- Publicado: 2 de noviembre de 2011 a las 00:17
- Comentario del autor sobre el poema: Capitulo 2 del Vendedor de Formulas. hacerse unos mismo con la formula y despues aplicarla, no siempre lleva un exito, el desarollo se ellava en cada experimento, y entre muchos fracasos se abre la "eureka" de cada formula...descubre las tuyas!
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: Marellia, valy omra
Comentarios6
Mi querido Isaac como siempre deleitando con tus opinceladas que dibujan unas divinas letras con un imaginario mágico que se apodera de los sentidos de quien los lee...Una verdadera joya que disfruté con gran placer!
bella Ingrid, un gusto atraerte a mi mundo para el cual fui creado. para mi siempe es un honor que este sienpre sobre mis palabras!! ETERNAMENTE AGRADECIDO
un abrazo de luz para ti bella!!
Qudé enganchado con tus fórmulas, amigo. Ficción, aventura , intriga. Atrapante.
Un gusto leerte
gammon
Narración intergaláctica y extraordinaria...
Es hermoso este andar , descubrir nuestra propia formula una experiencia que nos abre las puertas a un mundo sin igual..
Un beso de Luz mi querido Guardián de los Sueños, en este cuento mas que nunca doy fe que eso eres ...
es cuestión de tiempo y voluntad
Tuve que ir por el principio ,esperando que la historia siga desenrollando sus dorados hilos !!!
Mil cariños
Valy
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.