Sé que es el amor el que persiste,
huelo su aroma.
Porque la ola,
antes diminuta, se agiganta, y
con salvajes oceánicos ojos me mira.
Me mira al cerrar la tarde,
cuando las gaviotas ambulantes de la playa,
van a reposar sus plumas de albor sobre las rocas.
La arena se hace uña y rasca,
rasga con garra tenaz mi espalda,
mientras la tarde me sigue abandonando
con mi recuerdo de sonrisa desterrada, y
mis temblores de tierra,
temblores de muchos hombres,
como un chal pesado de polvo sobre los hombros,
como tejido de lana ferroso y dolor de frontera.
El sol anaranjea, clareando la tarde y
va escapando a su guarida noctámbula.
La luna anuncia su presencia estelar,
con cartel y rol protagónico, casi de brilloso lente espejado,
refleja e insiste con mi soledad de sombra.
¡ Y del amor ¡
Maremoto oceánico.
Con las crestas del oleaje lapidarias,
destellando mástiles y banderas,
barcos y galeotes de antaño.
Aun me mira,
con mirada celosa y vengativa.
Enroscándome la cuerda al extremo como amarra
Y cubriéndome con el velo muerto
de alguna nave extraviada.
Como si con la niebla pudiera cegar mis ojos y
con su rumor de agua encender mi sonata solitaria,
Y con su furia,
desmembrar mi recuerdo febril de ella.
¡ Escucha mar ¡
Aún tienes las manos blandas para descuartizar mis recuerdos y
dejarme la soledad como compañera eterna.
Aunque amenaces con diente caníbal y
cuchillo carnívoro con tu ola arrogante.
Tengo de ella
la casi ilusa esperanza
de encontrarla recostada bajo la arena,
besando mis pies descalzos.
- Autor: RICARDO ALVAREZ ( Offline)
- Publicado: 2 de noviembre de 2011 a las 11:20
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 29
Comentarios3
Toda una odisea maritima, me gusto Ricardo te felicito.
Saludos
muchas gracias Nuria y mis disculpas por no responderte antes. saludos. ricardo
en el mar todo es posible?
creo que todo es posible en cualquier ámbito. gracias clonariel y disculpa pero no habia leido la pagina. ricardo
Aunque no lo sea, no me vas a decir que el mar no era el mar, ni la playa era playa, jajajajaa, ud. me entiende, ami.
Buenísimo. Besotes sin mariscos, please!
jajaja ni me hagas acordar de los marias. gracias amiga. un fuerte abrazo. ricardo
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