Me abruman,
las palabras desiertas,
ante el rumor oculto
de su nombre,
que van atropellando
mis profundas aguas,
con el clavel marchito
de su penosa ausencia.
Duele el que no estés
y se convierten
en confusión mis días,
ante la angustia
de no poder llamarte
por tu dulce nombre,
porque he entendido,
que ya, no me respondes.
Gimen mis noches de ausencias
y me trago mis lagrimas amargas,
porque de tanto llorar
he extraviado,
hasta mi propio nombre.
- Autor: marco augusto (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de noviembre de 2011 a las 10:36
- Categoría: Triste
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: clonariel, alejandro re
Comentarios3
palabras que pronto se hallan, ya verás
Es mucha la nostalgia y mucho el amor que la causó. Eso es vivir...
Ah, que sutil es todo el poema, siendo más que un juego de emociones... genial...
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