TÚ y YO, INCONMOVIBLES

TÚ y YO, INCONMOVIBLES:

Tú y Yo, aroma del mejor perfume, que se desvaneció lentamente con el simple abrir de las manos, dejando en el aire una triste estela de fragancia por dolor de olvido, al intentar bañar con sentimiento a ese cuerpo inconmovible de amor, dando siempre la espalda, esquivando no ver, sintiendo llegar el rose del verso sincero y preciso que sería escrito con caricias, sobre tu piel desnuda, despertando esas ganas aletargadas en el tiempo, por los espacios eternos, del desamor...,

Tú y Yo, Sol y Sombra que se formó como reflejo del desierto por destino de espejismos por esas lágrimas de estíos, que corrieron los rostros, mostrando toda una página de tragedia y desolación, cuando esas palabras exactas se quedaron frías, retenidas en los labios, haciéndonos más mal que bien, siguiéndole el juego al martirio en la oscuridad que reinaba aquel lugar perfecto para abalanzarte, cual depredador encima de su presa indefensa e inocente en tierra...,

Tú y Yo, clavo y martillo, dando y dando sin piedad, penetrando cada día el penoso veneno del sufrir por tus garras de la traición por la espalda hasta mi corazón, sin nunca mirar atrás a todo aquello bueno que también sucedió en nuestras vidas, intuir profundo en noches sin libertad, fue tu mirada sin misericordia en todos y cada uno de esos abrazos, pidiéndonos ese perdón no sentido, diciéndonos a voz baja en el oído, cual importante era el uno para el otro, que hasta la noche creyó, pues jamás lloró junto al perdedor por el engaño, sus propias lágrimas de lluvia.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 06112011 05:00 PM.