Ejerzo una vulgar resistencia a las palabras que quieren salir.
No soy yo, es el hombre de piedra que fui
y que aparece a la hora en que el alma pide la palabra.
Quizás la soledad vuelve a poblar mi sombría villa
en donde aún arden imágenes polvorientas
de amores nonatos y serpientes,
villa de aire reseco, de tierra desganada,
de huesos que laten, de casas sin puerta,
de perros, ¡de perros y camas!.
A ratos y poco a poco veo más pequeño el horizonte
como si un párpado enorme desplegara su cortinaje
para cegar al marino que busca donde atracar.
Soy a ratos un árbol sin esencia,
un poema sin palabras,
un aventurero cojo que no sabe qué buscar.
Entonces llegas y se abre la jaula y los pájaros huyen,
entonces el agua fluye,
entonces las palabras llueven, el horizonte se ensancha,
ya no hay villa y yo me reblandezco.
Entonces, amor, enciendes las antorchas.
Siempre eres el entonces: la causa, el efecto,
la llama que viene y que se va.
Entonces eres tú, lo de luego soy yo.
- Autor: Patricio C.A. ( Offline)
- Publicado: 14 de noviembre de 2011 a las 15:22
- Categoría: Amor
- Lecturas: 53
- Usuarios favoritos de este poema: amapolanegra, ivan rueda
Comentarios3
Una estructura perfecta en tu poema, que delata al poeta que la escribe!!
oh ¡...gracias por comentar, abrazos
Me parece un poema SUBLIME. Te voy a recomendar. Creo que tienes leña en tu árbol para quemar la luna. Abrazos.
P.D.: Te recomiendo ( parezco un político experto en recomendaciones ) que leas mi poema de mañana que se titula " CRAPULARIO ".
eso está hecho, compañero.....saludos
Entonces, amor, enciendes las antorchas.
Siempre eres el entonces: la causa, el efecto,
la llama que viene y que se va.
Entonces eres tú, lo de luego soy yo....
El poema completo, estupendo, este final, genial...
Un abrazo amigo...
gracias por leerme siempre, vecina de portal.........saludos
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.