Tumbados sobre la hierba una noche estrellada,
lejos de luces artificiales que nos estorben,
una infinidad de luces de adentran en nuestro ojos.
De entre todas nuestra vista se fija en una sola estrella,
dos miradas fijas en un mismo punto del cielo.
Nos reímos en una coincidencia de pensamiento
y tú pones nombre a la que será siempre nuestra estrella.
Estemos donde estemos siempre la reconoceremos,
no es la más grande y la más brillante, es la nuestra.
Aunque estemos muy alejados en otra parte del mundo,
en noches claras, libres de nubes de tormenta,
siempre vernos nuestra estrellas y podremos soñar
con aquel día tumbados sobre la hierba fresca
en que descubrimos esa estrella de sentimientos compartidos.
Final triste para un poema de sentimientos dulces,
en vez de en la distancia, contemplemos juntos nuestra estrella.
FÉLIX
- Autor: Félix Moreno (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de noviembre de 2011 a las 16:53
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 93
Comentarios1
Has compartido un momento muy especial. Esa estrella siempre estará ahí, como punto de encuentro de vuestras miradas...
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