Algo cambió, si algo cambió desde la última vez que te escribí, como ayer, siempre uno está desde algún lugar sintiendo a todas las lágrimas del Universo posándose en mí en eterno mantra
Uno es, la pronunciada voz rota de la gota clara en cada una de las lágrimas derramadas de todos los tiempos
Pican, arden, estallan y se transforman en los vértices entre los inciensos de mirra y amizcle, en las aromáticas rosas amarillas y en la vela encendida iluminando los espacios que lentamente se consumen
Las percibo algunas unidas, otras separadas…
Más, todas están colgadas prolijamente en el pentagrama y brillan resplandecientes en mi clave de sol
Aterciopelados pétalos cubriéndome, rozándome, besándome desde la naciente profundidad azulada de mis grandes ojos negros
Son ellos y no otros, en constante andar los que me sostienen la mirada y, en su lento y suave pestañar, se re- crean…
Abren sus nacaradas y frágiles alas, volando hacia a ti a alcanzarte...
A alcanzar-me
Naturaleza que nunca termina
En cada palabra, en las pausas y en todos los sonidos
En plegaria desde mi mirada rompiendo las barreras del sonido silencioso trayéndote hacia mí
En barquito de papel del doblez de la servilleta
En el sabor rico de finas hierbas
En el sobrecito de azúcar en moño
En el agua cristalina fresca recorriéndome y lavando
todo mi rostro y el desnudo cuerpo
En mis manos hacedoras de arena y miel, sujetándote
Es así, siempre a uno le pasa lo mismo...
Es el rimmel de mis pestañas
Es la esencia, es la que nunca cambia
Es cada uno de estos y todos mis des-tiempos
Es en este bello e inigualable despertar-se en voces de sombras
Es el que a diario siempre me das y me ofreces en flor,
Es re encontrándome con otros colores, aromas
Es este sentir-se sintiendo
Es, este que has sido y eres
Es este sentir sintiendo donde también muero ahogada por dentro
Es en este viejo baúl donde hay tantas, tantísimas cosas...
Es mis mejores vestidos largos... enormes capelinas...
chalinas... largos guantes... muñecas de Mallorca...
libros… long play de pasta… Oh!
Es mortal
Es la luz saliendo del fondo, la que enceguece y pesa,
Es aquel viejo y amado alhalajero de plata sin llave,
cubierto de caracolas y algas de mi último naufragio
Es la cajita de corazón de cristal protegiendo las benditas y pequeñitas pulseras con cada uno de los nombres de mis príncipes y sus dientes del ratón perez engarzados en oro y plata
Es los largos collares de piedra, los de perlas cultivadas y los de cristales de roca…
Es y son todos y cada uno de los anillos, pulseras, relojes... y, es allí, en el medio de ellos donde están tiradas jugando al azar marcando el destino unas pocas viejas fotos amarillas...
Es mi alma distraída en estos instantes la que te canta a media voz, la dulce melodía, la que se re crea…
Danzante danza
Siempre eterna
Igual, distinta...
Diferente,
Al resto
A lo demás...
Es la insensatez de mis letras de colores
Desembarcado en una de mis largas noches largas
Poblando mi ser de sueños de ayer, hoy y mañana
Delineando mis orillas
Des-cubriendo todos mis velos
Devolviendo-me la existencia y dando una vez más
cobijo a la niña…
A la Mujer, la que Soy y Es, la que me habita!
Mané Castro Videla
- Autor: Mané (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de noviembre de 2011 a las 16:05
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 37
Comentarios1
Trascendencia y espiritualidad....
Graciasss por tu palabra !!! Mané
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