Amante mía...

Eres mi mante apropiada,

delgada como el viento,

suave como la fruta y como el agua,

seductora como el cansancio y como el hambre.

Amante de morada, de sueños y de noches,

con cuerpo flexible y elegante como la espuma,

seductora como el dormir.

A quien le agrada el buen vestir,

mis caricias y el perfume de mi cuello.

Amante tierna, mujer inconfundible,

deseada por mi cuerpo que se diluye,

cuando te observa allí tendida,

suelta, desprendida de lo externo,

esperando mi silueta de hombre,

de día a día, de soles y demases.

Amante mía, diosa del cobijo,

sustituta inerte de mi amada,

sigue guardando los secretos de mis sueños,

oculta la vida inconciente que llevamos,

para abrazarte, para quererte almohada.

 

Bugues.