Se dicen tantas cosas de las realidades del mundo que el mundo escapa de ellas para no aceptar la absurda realidad de las cosas. El poder se ha consagrado como el amo y señor del hombre y la mujer moderna, el dinero como el esclavo que cubre todo lo que se le antoje y les regala la satisfacción de que se crean realizados. La economía que se prostituye al mejor postor, la despiadada inflación que ataca al pueblo como sicario a un blanco y la política que nos entretiene bajo esta carpa de circo, llamada planeta. Se dicen tantas cosas de las realidades del mundo, que la verdad nadie sabe en quién creer, que si los de derecha, los de izquierda, los liberales y neoliberales, los progresistas y comunistas, los religiosos y mentirosos, se dicen y hablan tanto aquí en el mundo, que por ningún lado se comenta la revolución. Pasa que de este lado del Sur se dicen las cosas directas que hieren las entrañas y alimentan las ganas de guerra. Pasa que de este lado del Sur comentamos la revolución y enseñamos cómo hacerla. Pasa que de este lado del Sur se nos antojó ver al mundo como un colectivo y no como un mapa dividido, se nos antojó seguir siendo libres lejos de estar oprimidos. Pasa que de este lado del Sur la gente ríe, come y celebra, mientras las grandes potencias desarrolladas nadan en la quiebra y piensan más en guerra. Se dicen tantas cosas de las realidades del mundo. Que si el mundo fuera humano ya hace rato se habría autodestruido.
- Autor: Loel Henríquez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de noviembre de 2011 a las 17:54
- Comentario del autor sobre el poema: De mis dedos
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 37
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.