Noches de frío intenso
bajo el manto estrellado
y cada cuerpo tenso
por el ambiente helado;
más como a fuego lento
poco a poco calentaban
con el ardiente aliento
de cada beso que daban;
encendían así la noche
entre abrazos y miradas
que hacían a derroche
con las almas abrazadas;
hora tras hora se iban
que parecían desaparecer,
las estrellas desaparecían
hasta llegar el amanecer;
era aquello su ritual
hecho cada cierto tiempo,
el que disfrutaban cada cuál
con el corazón abierto.
- Autor: Mario Flores Abreu (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de diciembre de 2011 a las 12:11
- Categoría: Amor
- Lecturas: 97
Comentarios2
ARDIENTE RITUAL
bueno si no se convierte en rutina
un abrazo
ahí esta el sentido de la vida, en el transcurrir de todo aquello que nos rodea.
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