Y es lívida la impureza atroz
Del tiempo…
Que con sus huellas, se hiere;
Y nos hiere.
Que con sus destrezas ultraja nuestros rostros.
E inmortaliza nuestras vergüenzas.
Es lívida la impureza atroz del tiempo…
Desdeñada e imperceptible.
©Maximiliano José Cabrera
Comentarios5
Buena reflexión, gracias por compartirla.
Un abrazo.
Feliz inicio de semana.
Te invito a visitarme.
Gracias por leer y comentar María; pasaré por tu RINCÓN.
Buena semana para tí, también! Abrazo! 😀
Evans, es un poema con calidad, sin dudas!
De esos contemporáneos a la poesía que estalla en talento.
Me en can tó!
Un abrazo enorme
Wow!, Gracias, que bueno que te haya gustado tanto.
Gracias por tu comentario Su. Otro abrazo para vos!!!
Buen poema. El tiempo deja rastros en el hombre que ninguna cirugía puede eliminar, son rastros que van más allá de las arrugas y que sólo son visibles en el alma. Mil abrazos.
Gracias por tu reflexión ivan, estás muy en lo cierto!
Un abrazo!
No han inventado todavía antídoto para las huellas del tiempo. Un saludo.
Gracias por tu comentario Angel... Un cálido saludo.
Que placer, volver a leer algunas letras tuyas, que inmensa sorpesa, es algo muy curioso, no se parece en nada a los primeros escritos que pude compartir, pero te aseguro que eran ya en sí siendo diferentes, atrayentes. Un saludo y me alegra poder ver tu cara.
Euuuu!! Isabel, gracias... Como siempre tan gentil. Te deceo la mejor de las suertes. Y un fuerte abrazo desde Bs.As. Besos!
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