Él, de sí mismo contento,
joven, guapo y rico,
muy relajado en su cama;
irguió su bello cuerpo
cuando entró una dama.
-¡Quien! ¿Quien eres?
-¡Soy la muerte que temes!
-¿La muerte? ¿Por qué que has venido?
-El Juez allá en lo alto, tu fin ha decretado
-¿Qué juez? ¿Que fin?
¡Yo no creo en nada¡
Se levantó una espada
brillante y curvada.
Sintió una fría rasada
sobre su cuello, como una pasada.
Su cabeza fue despegada,
de sangre empapada.
Se le quedó la mirada fijada;
la cara atontada,
con la muesca engañada.
- Autor: Nikassi (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de diciembre de 2011 a las 14:35
- Comentario del autor sobre el poema: Cuando entra la Dama : No hay que pensar en la fama. Ni hacer ningun drama , y tampoco no hay que llevar la pijama
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 47
Comentarios3
bueno has escrito de ella de una forma que en vez de asustar
arrancas una sonrisa
gracias por ello
un abrazo
Muy ciertas tus palabras,por muy alto que vuele el aguila,siempre el pitirre la picotea,un abrazo
Cuando morimos nada nos llevamos y allí todos somos iguales, lástima que la gente no tiene eso en cuenta y en vida son humillantes y prepotentes.
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