Quiero verme acurrucado entre las páginas de un solsticio.
Y entre sus llamas recorrer flotando la fragancia indómita de tu cuello,
Mi hogar eterno, invisible palacio guardián de suspiros,
Cuida, guarda, protege los besos de aquel vagabundo poeta".
Después de todo no te conozco.
Después de todo no existes.
El corazón girando, gritando, riendo esquizofrénico
Se lanza entre pistilos buscando, encontrando, perdiendo.
Locura misma, rancia palabra te haces caleidoscopio
(Y en la ventana duermes muchacha hiriendo los aconteceres del tiempo).
Tengo girasoles colgados al cuello, y un racimo espinoso, venenoso al pecho.
Cadenas, cadenas sociales, televisivas, holywoodenses
Locura misma.
Rancia palabra te haces caleidoscopio
Aplaude mi razonamiento, apláudelo con ganas pues yo soy la estrella
Abrazo mi guitarra y los zorzales,
Abrazo la plaza y nuestro silencio
Abrazo tu ausencia y le fabrico altares.
No te conozco, no te miro
No te siento, no te respiro.
Porque no existes, porque no existes.
- Autor: Fernando Curimán (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de diciembre de 2011 a las 01:26
- Comentario del autor sobre el poema: Esto de la vida me tiene muerto.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 70
Comentarios4
Metaforas inusuales...interesante poema...
Un gusto leerte
se oye la musica de fondo
se siente la calle
felices sueños
El poema denuncia indiferencias.... en sus metáforas...
Bellas metáforas amigo, muy buen poema...
Un abrazo..
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