Tiré una botella al mar

Tiré una botella al mar, con un papelito adentro,

escrito mi telefón y el lugar donde me encuentro;

lo hice con la esperanza que saliera mar afuera,

arrastrada por las olas para ver hasta do llega.

Ojala llegue hasta ti, que no sé donde te encuentras,

por eso deposité mi suerte en una botella;

mas ahora pido a  Dios, que un día tú estés de playa,

como sé que a ti te gusta, acostadita en la arena.

Tal vez un poco dormida o con los ojos cerrados,

tomando sol en tu espalda para lograr un bronceado;

y que la botella llegue y se enrede en tu toalla,

como queriendo insinuarte, que la tomes y la abras.

Como sé que eres curiosa, la vas a querer abrir,

y al leer el papelito ya verás lo que escribí;

no vaciles en llamarme, para saber donde estás,

que si lo haces de noche, en la mañana me verás

Es que como bien tú sabes, yo vivo loco por ti,

pero tu madre se opuso, a que este morenito te hiciera sentir feliz;

ella vive su racismo y yo sigo como he sido,

y los que bien te conocen., dicen, que  por mi  has sufrido.

¡Ven mamita! no seas boba y ayúdame en la sorpresa,

para matar el orgullo, falso de tu. Mamá;

y cuando se dé ya cuenta que ya tú vives conmigo,

sea cuando tú le lleves, a sus brazos, nuestro hijo.

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José Miguel (chemiguel) Pérez Amézquita