Cuando ausente tu aleteo de ángel
que me seduce, me incita y me silencia
soñado tan eterno, pero tan efímero, tan breve
me de la marcha hacia la nada, hacia la muerte.
Ente el amor y el repudio que a mi corazón torture,
no me sepultaré a la evocación falaz de tus delicias;
caerán gélidas las hojas de tan desdeñoso maridaje
al dubio naufragio que depare tu ingratitud umbría.
Y en las vespertinas horas, este pecho amante
Concedidas sus alas hacia el horizonte absurdo,
Se pintará de rojo el frenesí de su sopor profundo
Y embriagará de vinos toda inquietud constante.
Pero inmolado el día a la sombra de las noches,
Si susurraré el numen de tu nombre en extravío
Y te reclamaré por ambular en delirio tan vacío.
© Derechos reservados
Propiedad intelectual Lucero Moscoso
- Autor: Lucero Moscoso (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de diciembre de 2011 a las 17:20
- Categoría: Amor
- Lecturas: 219
- Usuarios favoritos de este poema: Sophia Sea, Ramón Bonachí
Comentarios3
Muy bueno el poema, felicidades
ÉXITOS.
Que gusto tu comentario. Un càlido abrazo.
¡ Maravillosos versos celestiales...!
Precioso...gracias...
Sebille
Gracias por tu visita a mis letras. Un càlido abrazo.
"Y en las vespertinas horas, este pecho amante
Concedidas sus alas hacia el horizonte absurdo,
Se pintará de rojo el frenesí de su sopor profundo
Y embriagará de vinos toda inquietud constante." Poetisa Lucero,amiga,versos muy bellos,con mucha sutileza,no lo escribió con la mano sino con el alma. Excelente día.Muchas bendiciones.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.